Y CONTABILIZAMOS YA TREINTA Y SEIS DIAS DE ESTADO DE ALARMA,
y dice nuestra Constitución: ...máximo 15 días...prorrogable...
pero nos habla también de un estado de EXCEPCIÓN, que no podrá exceder de 30 días... prorrogables...
¿dónde queda mi libertad? ¿la libertad de los demás? que nuestros derechos no acaban cuando comienzan los suyos
¿dónde queda la seguridad de los ancianos robados a pie de cajero aprovechando la entrega de tarjetas bancarias que no saben ni usar?
Es cierto que nos han detenido en el espacio, en el tiempo, en nuestra economía, pero la VIDA sigue sin perdir permiso a nadie. Nos han informado de las razones de nuestra detención, han decidido arbitrariamente quien sale y quien no. Un perro es más que un niño, por eso desde el primer día sale a la calle a pasear a su dueño, pero aquel no contribuye a llenar las Arcas del Estado o de la Seguridad Social, el niño sí, es nuestro FUTURO, porque sin proyecto de futuro, el PRESENTE es efímero, y el PASADO OLVIDADO, para cuando conviene. Nuestros Mayores, olvidados, arrinconados, casi ni enterrados, sin duelo y en soledad siguen dejándonos huérfanos los que quedamos.
Ya no podemos chatear ni chistes ni bromas ni sarcasmos ni nada, podíamos reir o llorar virtualmente con 5 amigos, ahora sólo de tú a tú.
Y si tienes derechos como ciudadano ¿por qué se empecinan en seguir limitándonos de manera arbitraria si (dicen) seguiremos en inseguridad sanitaria e inestabiliad económica?
Igual, hasta nos reconocen el derecho a la huelga a la japonesa cuando nos dejen salir de nuestras familiares jaulas confortables
Os dejo un enlace, que me acaba de wasapear una amiga
Volvamos a la receta:
IR DE COMPRAS AL SUPERMERCADO
es toda una aventura, a ver qué nos encontramos cuando vayamos, de ingredientes para la comida, de novedades en el bazar, en las ofertas del día (y sonrio porque yo también soy de las que no cojo cualquier cosa si no tengo lo que busco), pero sobre todo en esa FAUNA VARIOPINTA que formamos los humanos cuando nos sueltan de nuestras jaulas. Y estaba yo en uno de los pasillos cuando oigo enfadado a un fauno que por lo que contaba casi echo a correr como alma que lleva el diablo, pero bien pensado, sin pescado no me voy si no aparece el diablo. SEGURIDAD, SEGURIDAD!!! chillaba el hombre, estás tosiendo sin mascarilla, pasillo arriba pasillo abajo, sin nada que llevas para comprar!! SEGURIDAD, SEGURIDAD!! y mientras su acompañante intentando calmar al hombre. Y acompañante era porque los dos hacían la misma compra en carros diferentes, que luego se pasaron la misma tarjeta, que no la misma cuenta porque la cajera no les dejó.
Cada loco con su tema, y cada lobo por su senda, aligeré mi compra y me traje el pescado y el queso, aunque no el acostumbrado (este no lo volveré a comprar, de tan salado) y que no me he permitido el lujo de tirar no vaya a ser que algo que he querido, algo que me haya costado.
Y los mentideros dicen que AGUA Y JABÓN; ALCOHOL; SAL Y CALOR.
Por tanto, hecha la compra, empezamos con la receta:
QUESO BLANCO
GELATINA NEUTRA
Abrí la lata y me encontré dos discos de queso más que salado conservado en salmuera, por lo que decidí usar muy poco para las
TAPAS de queso blanco con mermelada de tomate
y el resto para esta receta.
El pan de las tapas ya lo tengo cortado dentro de esa panera tapada que veis debajo de los sobres de gelatina (me sobrará uno porque el peso de queso es 400 g.)
Importante a veces es el cuchillo de cortar. En este caso cambié por este especial de quesos que no me iba a despedezar los discos.
Saqué el peso, porque tanto de queso tanto de agua para hacer la gelatina.
TROCEAR el queso y volcar en un recipiente para luego triturar.
COLOCAR en un bol EL AGUA que necesitamos para hacer la gelatina (seguimos las instrucciones del sobre que para eso nos las ponen) y
RETIRAMOS un poco para HERVIR en un cazo y HUMEDECER las láminas de la gelatina.
ECHAR poco a poco el agua fría que tenemos reservada y REMOVER bien.
MEZCLAR la gelatina con el queso.
TRITURAR con la batidora.
Preparé otra gelatina con MERMELADA de cerezas, pero como todavía estaba caliente el queso se hundió y decidí dejar en la nevera la gelatina para enfriar y dejar en reposo el resto de mermelada para terminar después de hacer el postre.
Opté por la mermelada para contrarrestar el salado del queso.
Y me encanta los trozos de fruta. Esta la hice el pasado verano y así me acuerdo si el color rojo es de ciruela, fresa, cereza...
Hoy, madrugada del diecinueve de abril de 2020
Y ya sabes, si quieres comentar algo, cuando pueda te leo y te contesto.
Y un día después, ese queso blanco, en lata envasado en salmuera estaba incomible y se fue a la basura. Lástima de mermelada de cereza. Es lo que tiene, a veces, comprar sin saber qué compras en tiempos de limitaciones.
