Me vais a perdonar, tengo alguna que otra receta de helados, pero tengo claro que nunca los podré hacer como mi heladero favorito, por eso, en estos días, todavía vigente el ESTADO DE ALARMA DECRETADO POR PANDEMIA, me comentaron que HELADOS LA IBENSE había abierto servicio a domicilio e iba a estrenar página web por lo que tardé bien poco en pensar un menú para incorporar el pedido que hicimos en casa.
En casa, solemos comer helados en invierno, y yo, particularmente, prácticamente ninguno en verano. Y también he de decir que nunca he engordado por comer helados, que por cierto suelo pedirme cucuruchos (como niña) tamaño gigante.
Y no hay secretos. Cuando era adolescente, que soy de una ciudad del interior, los fines de semana, cuando salíamos las amigas a dar las primeras vueltas yo (no sé si ellas también) solía comprarme un corte de nata. Aquello sí que era un helado, nunca jamás he vuelto a probar aquel sabor. Era pura nata de vaca azucarada hecha en helado. Y después de muchos años he desistido en pedir ese sabor, pedir TURRÓN, MANTECADO, CHOCOLATE, LIMÓN, FRESA … y aunque hay una variedad tremenda de colores y sabores.
El Helado, con o sin calorias prohibitivas, tenemos la costumbre de comérnoslo saltándonos la cena. Es un buen sustituto al ir o al volver del paseo, teatro, concierto... Ese es el único SECRETO PARA NO ENGORDAR: disfrutar lo que comes sabiendo que gastas la energía que ingieres.
La bolita que corona el HELADO es un bocado delicioso que en otro rato os dejaré la receta y sus milyuna variación (otra receta recién descubierta) que amorosamente me trajo una compañera de trabajo.
Las naranjas, bien dulces y buenas en esta época del año, me las sirven directamente del huerto, puedes pinchar el enlace si te apetecen también.
Estoy contigo, el helado es buenísimo
ResponderEliminarPues averiguaremos cual es la Heladería más cercana a la Alquería del Pilar para que puedan, quienes estén allí, de disfrutar de los sabores. Ibi y Bañeres, dos poblaciones con muy pocos kilometros de distancia.
ResponderEliminar