Es fácil hacer los caldos, y más cómodo tenerlos siempre listos como fondo de cualquier comida.
Fijaros el color tan bonito que tiene el caldo. Tiene el color del marisco. Mi marido ha ido al Mercado Central y se ha encontrado que la zona de pescadería tenía buenos precios y buenos productos, por lo que a veces se entusiasma y me trae más de lo que podemos comer.
Para mí es una lástima que me compre el mejor pescado o marisco fresco para después no tener nevera que me lo mantenga. Antes existían las neveras con congelador que conservaba a -0ºC y tenían un cajón que conservaba a OºC donde manteníamos el pescado unas horas y luego, a medida que bajabas estantes, subía la temperatura para otros productos y al final la fruta y la verdura.
Actualmente las neveras son de aire, tienen muchas ventajas, a pesar del inconveniente que os he comentado.
Y me pierdo contando historias, volvemos a la receta del caldo:.
PULPO
CIGALAS
TRUCHA
DORADA
MERLUZA
SALMÓN
LUBINA
BACALAO
CUALQUIER PRODUCTO DEL MAR QUE PUEDAS TENER.
El PULPO lo cocí en la olla rápida, la que tarda el tercio del tiempo convencional.
Sin agua.
El agua de mar que soltó en el cocido, fué el que reservé para incorporar al caldo.
El PULPO SALPIMENTADO, nos lo comimos en la comida del mediodía.
Y del que sobró porque los dos kilos eran demasiados, lo veis en la foto preparado y envasado en bolsa azul para congelar.
Las CIGALAS, pues decidí pelarlas, aprovechar los cascarones, patas y cabeza para el caldo y la molla del crustáceo decidí también hacerla y congelarla. La freí con aceite de oliva v.e. y ajitos y al final lo pimenté con pimentón dulce y una pizca de jengibre. Ahí os dejo la fotografía con los cascarones y el plato bien rebañado después de haber embolsado las cigalas para cualquier aperitivo. En mi casa latas se abren pocas, suelo hacer uso del congelador para mis platos preparados.
Del resto de ingredientes que metí en la olla, los saqué del congelador:
las cabezas y los espinazos de otros pescados.
la verdura fresca y también congelada (que guardo para cuando no tengo:
apio
cebolla
puerros
zanahoria
pimiento rojo o verde
y así quedó la olla antes de cerrarla. Sin olvidarme de la cucharadita de sal (es caldo y ayuda a deshidratar el ingrediente)
Dejé la olla, una vez que salieron los dos anillos, a una temperatura de aprox. 100ª y le puse el máximo tiempo de programación.
Despúes, al terminar, y nada más poder abrir la olla sin la presión, con el caldo todavía hirviendo, fuí rellenando los envases de vidrio y los dejé bien cerrados para que se enfriaran a temperatura ambiente.
Todavía, queda caldo entre los ingredientes, por lo que me gusta colocarlos encima de un colador para que tranquilamente exsuden y aprovechar hasta la última gota de caldo.
En caso contrario, si lo echas a la basura, acabará exudando también, pero lo más probable, goteando todo y dejando el mal olor del pescado cuando vayas a tirar la basura al contenedor.
Ya por la noche, todavía estarían enfriando los tarros. Requisito indispensable antes de guardarlos en la nevera, para que el vidrio no tenga cambios bruscos de temperatura y acaban estallando.
Y no me acuerdo que cociné después, algo de panadería porque están las bandejas reposando con trapos de algodón tapando la receta.