Me comentaron que vendrían a comer, pero el día era festivo y sé que les gusta el pescado fresco porque no tienen oportunidad de cocinarlo, aunque al horno es fácil y sencillo; y bien sabroso.
Y cómo estas neveras domésticas de aire no están preparadas para guardar pescado fresco ni siquiera 24h, decidí hornear y preparar un relleno para CANELONES.
Sofreí 3 tipos de lechuga con ajitos en aceite de oliva v. e.; y mezclé con el pescado. Podría haberlo trituado, pero no me gusta, todos somos adultos y nos gusta ver qué estamos comiendo, sobre todo por esa gran diferencia de comer alimentos frescos en recetas caseras en contra partida de comer de restaurante: alimentos ya no tan frescos, preparados y potenciando sabores con otros químicos y triturados para que no sepas qué comes y te quedes sólo con el sabor y presentación.
Otro día os haré mis canelones tradicionales con CREPES, pero últimamente compro las láminas.
Me gusta hacer la cama de la bandeja con tomate frito. Hay quien la hace pintando con grasa (aceite, mantequilla o manteca) y algunos cocineros con bechamel.
Es difícil enrollar con el relleno de trozos. Es mucho más fácil enrollar el canelón con un relleno triturado, pero ya he comentado mi razón. Tengo invitados quiero que sepan que además de servirles con amor lo hago con esmero, cuidando la salud, eligiendo lo mejor de mercado de temporada.
Para terminar una buena BECHAMEL (SALSA BLANCA) para cubrir los canelones dispuestos en la fuente.
Tampoco me gusta gratinar con queso. El queso ya forma parte en su dieta habitual, por lo que, cuando vienen a mi casa, evito, en lo posible este ingrediente, lo suplo esta vez con ENELDO, otras veces con salsa de tomate o con pimentón.
Y ya no hubo más fotos porque nos los comimos todos. Muy buenos y de fácil digestión.
Pensaron que comían canelones de espinacas por el color verde de las lechugas, de sabor más suave. Es otra de las razones por lo que tampoco quise picar el pescado.
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