Mientras continúo esta entrada que la dejé hace un montón en borradores, :) sonrío.
A veces me comentais que si tengo ingredientes que no son habituales, y yo siempre contesto que mi CESTA DE LA COMPRA es muy básica y mi DESPENSA también. De momento, si quieres echar un vistazo a mi NEVERA no tienes más que clicar en el enlace y verás que la salud no está reñida ni con el espacio ni con el bolsillo, las otras dos entradas las tengo también pendientes en borradores.
Y volviendo a la receta de estas TORTITAS DE ACEITE, es muy típica de Andalucía y tiene muchas variaciones en el resto de España. Una receta básica porque siempre puedes tener una base de MASA MADRE.
Así que vamos a por los INGREDIENTES:
100 ml de agua
75 g de aceite de oliva virgen
30 g de licor de anís
10 g de anís
15 g de sésamo
corteza de limón y de naranja para infusionar el agua.
Levadura de panadería (o bien la dejas reposar para que se incorpore naturalmente)
250 g Harina (es posible que necesites más)
Azúcar para la superficie.
ELABORACIÓN
1. infusiona el agua con la corteza de limón y naranja. Deja enfriar.
2. añade aceite y licor.
3. Introduce los granos y semillas
4. añade la harina hasta ligar la masa. Deja reposar.
5. Porciona y haz bolitas de un peso aproximado a 25-30 gr. cada una. Deja reposar de nuevo entre 20 y 30 minutos.
6. Espolvorear con agua y azúcar antes de introducirlas en el horno para que queden brillantes
7. En horno precalentado a 170ºC. Dorar sin quemar. Aproximadamente 10-12 minutos. Controla visualmente.
8. Si quedan bien secas, podrás guardarlas en caja hermética o lata.
Y ahora que ya te he dado la receta, me tomo la libertad que me da mis largos años en la cocina, para simplificar aún más la receta y te sigo comentando para que no te asustes:
En mi zona de montaña mediterránea simplemente tenemos una versión más simple: les COQUETES FREGIDES (clica si quieres ver la receta). Pues bien, esta receta de tortitas si la comparamos con la de las coquitas simplemente se añade el anís y el sesamo y cambiamos la sartén por el horno, y el azúcar es voluntario (hay quien le pone sal o azúcar). Así de simple. Y el aceite que tiene la tortita bien se lo incorporas a la masa o bien lo absorve mientras se fríe. Por tanto, es igual de saludable: la receta andaluza incorpora el herbolario en los ingredientes y en la receta de la montaña alicantina nos la tomamos con una buena infusión de la Sierra de Mariola y se sirve a gusto de todos y se deleita a gusto del consumidor.
Esta mañana antes de irme a trabajar no me ha costado nada poner en la fiambrera de plástico un poco de agua, unos granitos de levadura seca (un pellizco) y un poco de harina.
Cuando he vuelto de trabajar, nueve horas después he visto que habían proliferado las levaduras. Otro poquito de agua y de harina, nuevo mezclado y nuevo reposo y despúes me he preparado la bandeja de la comida. Y a clase online. En el recreo he vuelto a la cocina, una infusión y un vistazo a la MASA MADRE: perfecta.
Terminada la clase online. Vuelta a la cocina. Saco el peso (aunque voy a ojo de buen cubero) y deformación profesional (sumo y resto). Si tanto tengo de agua y harina en la fiambrera y tanto resto al peso la fiambrera vacia y resto de harina prepesada (500gramos), la diferencia es agua por lo que también sé calcular el peso de aceite y licor. Si ya te has liado solo debes de seguir la receta al pie de la letra.
Ya tengo el aceite y el licor incorporado y solo queda mezclar antes de incorporar el resto de la harina que tenía prepesada.
Todavía puedo incorporar la harina en la fiambrera, y tengo el cuidado de cuando vuelco al bol de madera, la cuchara y el recipiente de plástico lo dejo bien repelado para que me cueste menos fregar y parte de los ingredientes se los lleve el diablo.
Y ya en el cuenco de madera termino de amasar sin practicamente mancharme las manos.
... mira que bolita más linda... ahora toca pelar un poco de fruta para la cena ... y después a seguir con ella...
y ahora la diferenciación de la receta. Se incorporarn hierbas y aromas: anís, sésano y ralladura seca de naranja.
y hago las porciones, esta vez son de 50 g porque tengo doble receta (500g harina en vez de 250 g) para que me toque igual número de tortitas aunque el doble de grandes (cuestión de tiempos que es de noche ya). Enciendo el horno cuando comienzo a aplanar las porciones.
Y como son muy finas se hornean enseguida. Las voy colocando una encima de otras a medida que las saco en la cuarta bandeja disponible y que tengo fría porque no cabe en el horno (estoy con tres bandejas cociéndose).
Cuando termine de cocinarlas todas, bajaré el fuego a cincuenta grados e introduciré la bandeja donde están casi todas las tortitas (excepto las dos últimas bandejas que siguen en el horno). Al bajar el fuego a 50 paro la coción para empezar el secado unos minutos. Y así podre guardar todas las tortitas en una lata y comérnoslas cuando nos apetezca.
El coste de la receta ha sido mínimo, el gasto de energía ha sido sostenible, y la salud de mi piel y articulaciones al amasar mejor que cualquier medicamento. ... seguro que si sigo, se me ocurrirán más beneficios.
De momento, las he introducido en la lata y me he hecho una infusión de canela con leche. Ahora toca descansar en el sillón y disfrutar de mi cena: tortita de anís y sésamo acompañando la infusión.
¡Salud!
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